Acaba de caer la noche como una cobija arropando todo a su
paso, la oscuridad cubre todo a su caminar implacable, el atardecer en el
horizonte se aleja dándonos un leve adiós. Las nubes se visten de colores
variados y muy hermosos, los tonos del cielo azul Se degradan poco a poco. La fiesta de colores da lugar a la oscuridad
de la noche. Las nubes ya no son blancas tampoco de tonos pasteles ahora son
grises. El cielo azul ahora se viste de azabache.
Y yo mirando al cielo como cada noche como cada día. Ayer
estaba mirando las estrellas del firmamento y hoy las busco por todo el
cielo. Pero no logro ver ninguna solo
nubes grises. Será que también las estrellas me abandonaron. Será que hoy no me van a hacer compañía. Sin
tener donde ir sin tener con quien hablar que otra cosa puedo hacer que ver las
estrellas pasar.
Mi cuerpo de palo es y una camisa rota es mi ropa, un viejo
sombrero cubre mi cabeza de calabaza. Mis manos ramas son. Y caminar no puedo.
Pero nada de eso me impide soñar.
Todos los días mi trabajo es espantar y los cultivos cuidar.
He vistos familias de ratones pasar y muchas aves volar. Pero nadie se detiene
a charlar, día tras día bajo este sol que no tiene perdón. Solo el viento de
abraza y la noche me da cobijo. Y mi mayor disfrute es las estrellas poder
mirar.
Como no puedo caminar solo veo el mundo a mí alrededor pasar.
Pero hoy no puedo ver las estrellas será que también me han abandonado. En
ocasiones no puedo la luna mirar y otras sonriendo me esta. Busco al cielo y
solo veo el gris de las nubes al pasar. Sin principio ni final.
Pero de repente y sin avisar una tímida estrella pude divisar.
Quizás ella también me estaba buscando y yo sin poder gritar. De pronto su luz
aumento y a la nube ahuyento. Y su brillo por el cielo se multiplico y el cielo
de estrella se llenó. Comenzaron a danzar y cantar. Y mi alegría regreso. Y hoy
en la noche sigo mirando las estrellas.
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